martes, 20 de abril de 2021

Reflexión final

 Me gustaría compartir el vídeo final de esta asignatura con todos vosotros, para que podáis ponerme cara, voz y, sobre todo, para que podáis sentir de forma tan positiva todo lo que estoy sintiendo yo a medida que vamos avanzando con el máster y conociéndonos un poco más.



¡Muchísimas gracias a todos y a todas por esta experiencia compartida!

Enseñando desde la distancia

 “Menuda locura”, “¡Eso es imposible!”, “¿Cómo se va a enseñar sin estar presente en el aula?” “Sin un libro físico y una pizarra, no se puede aprender”. Estas son algunas de las frases que he podido escuchar a profesores cuando el problema del COVID-19 estalló, profesores jóvenes y no tan jóvenes, profesores experimentados y principiantes, profesores ilusionados y desgastados por el paso del tiempo. Profesores a los que no les quedó más remedio que adaptarse a la situación actual y aprender a enseñar a través de un ordenador.

Para ello, se han desarrollado muchas aplicaciones, webs, libros virtuales, etc., que ayudan al profesorado a poder llevar a cabo estas clases y que los estudiantes puedan seguir aprendiendo desde la comodidad (y seguridad) de sus casas. 

¿Qué es lo que puede hacer un profesor para que sus alumnos sigan interesados o motivados?

Desde mi punto de vista, lo mejor que podemos hacer es llevar a la clase momentos de desconexión y relajación, que permita a los estudiantes descansar para poder retomar la parte teórica o explicativa.

A continuación, propongo dos de los recursos que más utilizo en mis clases y que me sirven para salir de algún que otro apuro cuando empiezo a “perder” a mis estudiantes.

Para aquellos momentos en los que los estudiantes se están quedando dormidos o dejan de participar, la música siempre puede ser un gran aliado:

https://es.lyricstraining.com/app?nr=1&~channel=web&~feature=redirect&~campaign=none&ref=https%3A%2F%2Fes.lyricstraining.com%2F

Y para los momentos en los que tenemos que descansar, pero de una forma “más calmada” me gusta utilizar adivinanzas, rompecabezas, sopas de letras o crucigramas. Para ello, suelo utilizar esta:

https://puzzel.org/en/features

 

¿Cuáles utilizáis vosotros?

¿Felices o brillantes?

Muchas veces, cuando escuchamos el término “inteligencia emocional”, palabras como felicidad, miedo, tristeza, angustia, alegría, vergüenza, etc., nos vienen a la cabeza y, la verdad es que no nos falta razón, pero ¿sabemos realmente lo que es la inteligencia emocional? ¿Cómo se relaciona con la educación?  ¿se puede mejorar con el paso del tiempo? ¿se aprende?

David Goleman en su libro La inteligencia emocional la define como “la capacidad que tienen los seres humanos de conocer sus propios sentimientos y los de los demás para aprender a gestionarlos mejor”.

A partir de esta definición, me planteo la siguiente pregunta: ¿somos los docentes personas emocionalmente inteligentes? A lo largo de mi educación y, también ahora como docente, me he encontrado con profesores que simplemente se centran en los aspectos académicos de sus estudiantes y dejan de lado el factor emocional, lo cual está estrechamente relacionado; si un alumno reconoce sus emociones y es capaz de gestionarlas, tendrá más recursos para afrontar mejor los eventos estresantes que surgen con frecuencia en el contexto educativo. Del mismo modo, me he encontrado con profesores que priorizan el factor emocional al académico y lograba una relación estrecha y sólida con sus estudiantes, ayudándoles así a evolucionar tanto en el ámbito escolar como en el personal.

En el libro Docentes emocionalmente inteligentes de Cabello, Ruiz-Aranda y Fernández-Berrocal se puede encontrar una frase que hace referencia a este aspecto: “los docentes con mayor capacidad para identificar, comprender, regular y pensar con las emociones de forma inteligente tendrán más recursos para conseguir alumnos emocionalmente preparados”.  Por esto, se considera que la inteligencia emocional está estrechamente vinculada con la educación y se ha de dedicar tiempo a este aspecto para que los alumnos sean capaces de evolucionar en todos los ámbitos de su vida y poder ayudarles así a regular sus emociones y, de alguna manera, sus sentimientos.

Me gustaría mostraros una infografía en la que podemos ver algunas ideas clave para estimular la inteligencia emocional en educación; quizá está más orientada a niños, pero creo que al final, todo se puede adaptar para las clases con adolescentes y adultos.

Imagen obtenida de educapeques

Para acabar, me gustaría abrir un debate y poder leer vuestras opiniones acerca de este tema:

Qué busca un profesor, ¿alumnos felices o alumnos brillantes? Desde mi punto de vista, ninguna persona podrá ser brillante sin antes ser feliz.


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¡Hola!  Hoy quisiera compartir una nueva entrada en la que os mostraré una propuesta didáctica que he hecho con mi grupo para trabajar con 1...