La tecnología es una oportunidad muy ventajosa para el
proceso de enseñanza de lenguas extranjeras. La tecnología está presente en
cualquier ámbito de nuestra vida y pone a nuestro alcance numerosos recursos y
herramientas que nos permiten facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje y
acercarlo a la mayoría de la población; ya no solo a nivel de lenguas, sino que lo hace en todos los niveles y contextos de nuestra vida.
Con ayuda de la tecnología, se pueden ofrecer mayores y mejores oportunidades de aprendizaje de idiomas, ya que actualmente, existen cursos con modalidad a distancia (en línea), exámenes oficiales virtuales, seminarios online, aplicaciones móviles que sirven para aprender idiomas, blogs que comparten recursos, materiales y estrategias para aprender o enseñar, etc. Toda esta combinación de recursos permite que sea más fácil enseñar lenguas extranjeras; mientras que antes era necesario acudir a una clase presencial para poder aprender, ahora se puede hacer desde la comodidad de nuestras casas e incluso desde la otra parte del mundo.
Creo que, en las clases, tanto presenciales como a
distancia, la tecnología es un gran aliado que nos puede ayudar a motivar y
generar interés en nuestros alumnos, a la par que nos permite crear nuevas
oportunidades de aprendizaje. Hay multitud de herramientas que se pueden utilizar
con estos fines como pueden ser los Kahoots, los blogs, los juegos
virtuales, los paddlets…
Por otro lado, la tecnología también es útil para llevar a
cabo la evaluación de los estudiantes, ya que existen gran cantidad de
herramientas y aplicaciones que nos ayudan a llevar a cabo este proceso y nos
permite llevar a cabo una recopilación de los resultados, avances y evolución de
cada uno de los estudiantes.
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