¡Hola!
Voy a hacer una reflexión acerca de uno de los puntos que
vimos en la unidad 1, concretamente el punto en el que se plantea si realmente
el profesor es imprescindible en el aula.
Como veíamos en la unidad, María Montessori decía que “La
mayor señal de éxito para un profesor es poder decir: los alumnos están ahora
trabajando como si yo no existiera”, pero ¿es esto lo que realmente se busca?
Y, otra pregunta más, ¿es realmente capaz el estudiante de
aprender todo por su cuenta?
En los últimos años, se han ido desarrollando metodologías
que están guiadas por y para el estudiante, dejando que ellos sean los que
descubran, busquen sus intereses e incluso, que establezcan sus propios
objetivos de aprendizaje; convirtiendo al profesor en un ente pasivo que
observa y solo interactúa con el estudiante cuando este lo necesita o se acerca
a él.
Mi Trabajo de Fin de Grado se basó en la Escuela Activa, ahí
pude observar varias escuelas que siguen este tipo de metodologías centradas en
el alumnado, dónde el profesorado es un ente pasivo que acompaña y lo más
importante es la motivación. Antes de empezar a investigar sobre esta
metodología estaba muy intrigada y emocionada en descubrir cómo avanzaban los
alumnos y cómo aprendían, pero a medida que fui descubriendo la realidad de estas
escuelas, me surgieron diferentes preguntas: ¿Cómo aprendían los alumnos sin
una base por la que empezar? ¿Adquieren los mismos conceptos que un alumno inmerso
en la educación tradicional? ¿Es suficiente con la motivación? ¿Realmente
desarrollan su autonomía y evolución o es mera supervivencia por no quedarse
atrás? ¿Qué pasará con estos estudiantes cuando tengan que estudiar, memorizar
o cambiar a un sistema educativo donde el profesor de pautas? ¿Qué pasa con
estos estudiantes cuando se enfrenten a una realidad en la que la “libertad”
está tan limitada?
Una vez terminé con el trabajo y la investigación, me di
cuenta de que es fundamental desarrollar la autonomía, la motivación y el
trabajo personal de los alumnos para que evolucionen y aprendan, pero que también
es necesario que alguien les muestre por donde se ha de empezar, los alumnos no
pueden descubrir por sí mismos cosas que se han tardado miles de años en descubrir,
hay que darles unas bases por dónde empezar a aprender.
Comparto también una reflexión que hace un catedrático
jubilado acerca de la educación, de la importancia del profesor y que puede
mostrar un poco más la idea que yo he intentado transmitir en estas líneas.